jueves, 14 de febrero de 2013

Lastima (Enero 1985, aun viviendo en Balcarce)


Lastima
el ancho silencio
de alguna noche
de briznas
de hielo prendidas
del cabello,
como veneno de nostalgia.
Y las frustraciones
colgaditas
del tendal del pasado,
ondulan flagelantes
en el cielo.
La carne se hace alma
y en ella se sienten
las balas perdidas
que lanzadas por el aire
estrellan sus furores
en el pecho.
Mordiendo el pavimento
de la vida,
duro, inamovible, indiferente,
no hay mal peor
que aquella angustia
que se palpa, ahondada
desde la impotencia;
y el grito que no llegó
más que a lamento.
Secaron mis lágrimas
el fragor de la gente,
el hastío del reloj
indeleble.
Es dificil ser –
rasgó el satin de la rutina
una voz mórbida,
purpurina.
Parecer, fingir,
eso es lo otro;
lo sencillo.
Lastima querer ser
sin más auxilio
que el desnudo equipaje
de uno mismo.

Lunes 8 de enero de 1985
22 hs

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