martes, 30 de abril de 2013

Cuando (Junio 2012)


Cuando me inclino en tu cama
me llevo los sueños,
las mediasluces, las palabras
que pasan a ser
glóbulos soleados circulando
en avenidas y callejas
de mi sangre brava.

Cuando me duermo
sin mirar el reloj
ahí, entre el perfume
almizcle de tus brazos,
pasan a ser mios
tus temblores,
tus oscuras pesadillas,
tus miedos ordinarios.

Cuando escucho
tu gutural scream
me subo irreverente
hasta el cenit
e intuyo el color
de tu deseo urgente.

En cambio vos,
cuando pasa el instante
no te llevás nada en la mochila.
Ni almíbar de saliva,
ni dulce de vocablos,
y sigue tu vida
como si nunca
hubiéramos bailado.


jueves, 25 de abril de 2013

Ten (Octubre 2012)


Desnudo le conoce el cuerpo
inflamado, sólido, voraz.
En diez minutos plenos
gruñe, juega y luego
olvida. No hay más.


miércoles, 24 de abril de 2013

Artero (enero 2012)


“A vos, te di más
de lo que le di a las otras.
Deberías saberlo…”
Me dices convencido
o artero.
Me diste, sí
las luces doradas
de un Blenders,
el clímax innegable,
inefable, imposible.
Y también tu ausencia
lacerante y tangible.
La certeza de la nada.
La revulsión
que no se me va del cuerpo,
porque estás sin estar
candela helada.


martes, 23 de abril de 2013

Antes (octubre 2012)


Una y otra vez
te escucho.
Con signos y notas
me construyo
las telas de tu cuerpo
incógnito;
el tono de una voz
estereoscópico.
Mi mago agita
el mapa tibio,
holograma de tu piel
que ya adivino,
con pulpejos inquietos
y ojos cerrados
te desvisto.
Antes del primer segundo,
antes de que seas real,
te intuyo.




Algo (octubre 2012)


Algo.
Algo inesperado.
Que camines descalzo
hasta mi puerta.
Que me pidas
un viaje con chamanes.
Que aparezcas
cuando no es momento.
Que deseches el puedo.
Que asesines a Apolo.
Que te rías del libreto.
Que te dejes
tres días el sudor
como atuendo.
Que tu mago
se trague el reloj.
Algo. Algo inesperado en vos.
Eso espero.


lunes, 22 de abril de 2013

Un dia con vos (Agosto 2012)


Un día con vos
dura una hora.
Aunque me empecine
en el disfrute sativo,
aunque robes la oblata
para que la coma molida,
aunque ponga el frasquito
bajo tu espalda
para guardar la esencia
que brota de fricciones
y de choques.
Un día con vos
tiene acordes bemolados
y trenes sin estaciones;
el fuego de Pistorius
y el humo dulzón
en tus ojos de abalorio.
Si lo único imposible
es no morir,
sigo buscando
con quién negociar
unos ardides
para que un día con vos
nos dure miles.



domingo, 21 de abril de 2013

Desencuentro (Julio 2012)


Encuentro con desencuentro.
El cielo siempre es el mismo
capaz de contener y explotar
arriba de los techos y los cuerpos.
Permeables, espasmódicas
las pupilas se beben el encuentro.
Y aunque dijiste
que el mejor polvo es hoy,
y al segundo mejor
lo fracciono y retengo,                                                                                 
la música termina.
Disfrazo la ausencia de misterio;
girasoles en las manos
y un boleto
del tren que no pasará por el desierto.


NO TENGO CÁLCULOS (JUNIO 2012)


Nunca  tengo cálculos
ni días resueltos,
me esperaban sin saberlo
un par  de pecados absueltos.
Aunque juré
no volver a beber absenta,
me desvió
el olor a verdes manzanas
de tus matas enruladas,
una cuenta
sin hashtags carnada
que me volvió
a meter entre
trendtopics festivos ,
en la irisada percepción
de tocar, de palpar, de rozar
más allá
del epitelio nacarado y tibio
de tus capas.
Inquieto iconoclasta,
infiltrado sonido
quebrando las reglas
de mi fabula.



sábado, 20 de abril de 2013

Una y otra (19-4-2012)


Una cargó su plumafuente
con brasas y soles,
pero para todos los días
saca la bic
azulina y esquiva.
Observa y analiza.
La gasa de sus capas
combina
con la mata negro-azul,
la distancia,
la nostalgia
y la parsimonia
de su set de desayuno
sobreviviente
de  la era
de  los cuentos de hadas.
Si no te acercas de veras
nunca  sabrás
del  auténtico olor
de sus mañanas.
La otra derramó
varios tinteros,
impresiones abigarradas
con sus dedos;
hematomas morados
hurgó con el acero
para volver a cargarlos.
Durmiendo de mañana,
animal paleolímbico
de madrugada.
Sin embargo
por las tardes,
cadenciosas, candentes,
calcinadas, carentes
se apoltronan y miran.
Se ven desde las canas
a los huesos
y una sonrisa tibia
las iguala,
idénticas
en el menudo espejo
del mandala.



miércoles, 10 de abril de 2013

La calle es un lienzo de Lautrec (julio 2012)


Los tintes acerados
del invierno
son hermanos
de la foria y el destiempo.
Se cuela desde la calle
una superposición de ruidos
que no lograrán tapar
el agudo tac
del segundero
de las ausencias
rampantes.
Levanto mi escudo,
heráldica de calor y arco iris
y me siento cerca
del Negro y la Tweety,
esmerilando
superficies de entrega
con la Colada.
Sonrío. Ni ellos
ni yo sabemos
otro modo…
Hay un punto, del vital oximoron
en que no hay pitada,
ni rezo, ni alcohol
que te saque el frío
de la madrugada.
La calle es un lienzo
de Lautrec
y al lado de mi mesa
se orina John Fante.
El tambien cree
que soy tan fuerte
que nunca ve
las góticas heridas
en mis muslos,
ni pregunta
si el dolor es constante.
Y otra vez,
los tintes grises y cobres
del infierno del bar
donde me ves …
sin enterarte,
conocen la hiperestesia
de mis rosadas superficies
que tocás
sin imprimarte.






lunes, 1 de abril de 2013

DOS DIAS Y TRES NOCHES (ABRIL 2012)


Ya cayó  de bruces
en el gris del abril
redundante
su mejilla de nácar.
Tendrá otra grieta.
Y van…¿cuántas?
Dispuesta a dejarse mirar
y ver de veras,
abrió un jueves etéreo
los grifos de sus
prístinos juegos de abalorios,
sorbió moléculas
del tinto caído en el mantel,
y se compró a bulto cerrado
el repertorio
del niño sabio, niño viejo
de la Biblioteca de Babel.
Y a los dos días
y tres noches,
los fluidos se trocan
e implosionan
su mejilla de nácar.


IGUAL CAMINA (AGOSTO 2012)


Pero igual camina,
guijarros, heridas y horizonte;
sintiendo más que pensando
que existen los sueños intemporales
más allá de la jaula de su cuerpo…


y seguirá creyendo
en los arpegios,
y seguirá escorando la mirada,
y seguirán las piernas en la arena
y los juegos de abalorios
en la palma….