miércoles, 10 de abril de 2013

La calle es un lienzo de Lautrec (julio 2012)


Los tintes acerados
del invierno
son hermanos
de la foria y el destiempo.
Se cuela desde la calle
una superposición de ruidos
que no lograrán tapar
el agudo tac
del segundero
de las ausencias
rampantes.
Levanto mi escudo,
heráldica de calor y arco iris
y me siento cerca
del Negro y la Tweety,
esmerilando
superficies de entrega
con la Colada.
Sonrío. Ni ellos
ni yo sabemos
otro modo…
Hay un punto, del vital oximoron
en que no hay pitada,
ni rezo, ni alcohol
que te saque el frío
de la madrugada.
La calle es un lienzo
de Lautrec
y al lado de mi mesa
se orina John Fante.
El tambien cree
que soy tan fuerte
que nunca ve
las góticas heridas
en mis muslos,
ni pregunta
si el dolor es constante.
Y otra vez,
los tintes grises y cobres
del infierno del bar
donde me ves …
sin enterarte,
conocen la hiperestesia
de mis rosadas superficies
que tocás
sin imprimarte.






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