Los cúmulos de ropa revuelta
no tienen tus prendas,
no suenan los acordes
de Kiss derrapados
en tu guitarra verde.
Tu constante parloteo
pletórico de locura y sueños,
tu mejilla sin mis besos
cada mañana descalza.
La gata, las paredes, las plantas
extrañando tu risa.
Pero en tu cuaderno
hoy crece de a poquito un universo;
lo poblarás de magos y guerreras;
pisarás las calles de los tilos
con personajes que susurran
y te entregan
talismanes polícromos, irisadas esferas.
El cielo que nos une es el mismo,
y tu universo recién empieza.
extraña a su chiquitin...
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