lunes, 19 de agosto de 2013

La niña más linda (28-10-1984)

La claridad preciosa
de las paredes del patio
parecía hecha exactamente
para dialogar con las pupilas
de tus ojos zarcos.
Eran un coral sencillo
las macetas colgando,
y colgando de ellas
jardines perlados;
el pekinés de ojos inmensos
con su línea oscura a los costados,
la pecera prolija
con sus algas nadando
en el suave oleaje
que labran los peces
con aletas ansiosas
y rumbos no fijados.
Todo era hermoso y limpio,
la mesa, los libros,
la carpeta ordenada,
los dibujos perfectos
de témpera y encanto.
La lluvia rubia
enmarcando tu rostro
de un blanco apagado,
el recuerdo estoico
de la hermana muerta,
el perfume suave
de la huerta,
la risa cantarina de la madre,
la labor continua y esforzada
de la anciana abuela,
tu nombre burgués,
tus maneras,
la provincia toda
en tu expresión lugareña.
La más linda niña
que el pueblo vio crecer,
mezcla de campana de iglesia
y din don de cascabel,
luz plena del día,
pólen que al caer
tiñe con su oro
del piso al dintel.
La niña más linda del pueblo
copiaron las sierras
tus ojos de lino,
las retamas altas
tu pelo florido,
un hada muy blanca
de manos muy tibias,
el mas fiel retrato
de una existencia
simple y pueblerina.




Para Mabel Casielles, de Balcarce... quien sabe dónde estará ahora.




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