martes, 20 de agosto de 2013

POR SIEMPRE (29-11-1984)

Puedo escuchar el canto de los grillos
en la noche,
percibir a lo lejos
la pasión de un refucilo,
observar apenas cuatro estrellas
que en el cielo plasman
la hermosura vana
de los espacios infinitos.
Puedo sentir el calor
del recuerdo,
y me asalta la tibieza
del ambiente noctámbulo
que amé en otras horas
demasiado cortas
para tenerlas vivas.
Yo te busqué y te alcancé a veces,
fue hermoso encontrarte
en unos ojos de niño,
en una manos húmedas
en estertores de deseo
y unos nombres muy míos.
Fallé. O me fallaste,
las dosis de tu oxígeno
fueron tan mezquinas…
Cien muertes tuve y tendré
en cada esquina.
Nunca se irá de mí,
me acosará despiadada
la soledad
que me ha sido destinada.




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